Pastor Jorge Malibrán Lacorte.
Mat.20:1-16
Jesús nos enseña que el Reino de los cielos es semejante a un hombre que sale a contratar obreros a diversas horas del día por una cantidad de pago previamente establecida y comienza al final del día a pagarles iniciando el pago desde los últimos obreros hasta llegar a los primeros, quienes se incomodan al ver que aquel hombre paga lo mismo a todos a pesar de que los últimos laboraron pocas horas, por lo que les responde .... No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío?...
O tienes envidia porque yo soy bueno?
La envidia es una plaga enviada por el maligno para destruir nuestros corazones y debemos velar que nuestro corazón no la reciba ni la deje actuar en nuestra vida.
No olvidemos que el reino de los cielos se basa en el amor incondicional, la gracia y la misericordia de Dios.
No demos lugar al diablo ni aceptemos sus dardos de fuego....
Sometámonos a Dios totalmente y el diablo huirá de nosotros.
Bendiciones.
Mat.20:1-16
Mateo 20Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Los obreros de la viña
20 Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña.
2 Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña.
3 Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados;
4 y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron.
5 Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo.
6 Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados?
7 Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. El les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo.
8 Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros.
9 Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario.
10 Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario.
11 Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia,
12 diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día.
13 Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario?
14 Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti.
15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?
16 Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogido.
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