Imagen: Redes Sociales
Pastor Jorge Malibrán Lacorte
Mat.13:44-58
Un hombre encuentra un tesoro escondido en un campo y primero lo oculta, y entonces procede a comprar el campo, teniendo antes que vender todo lo que tiene para alcanzar tal adquisición.
Lo hace muy gozoso anticipando el tesoro que obtendrá legítimamente. Esta parábola describe el valor del reino para alguien que lo encuentra accidentalmente, y aunque no lo buscó en su inicio de manera intencional, llama la atención que reconoce inmediatamente su valor.
Esta es la historia de los mismos apóstoles, quienes tuvieron que dejar todo para ir en pos del gran tesoro de la salvación, el cual se encuentra en Cristo Jesús.
Él es el Señor y Salvador del mundo y quien realmente lo halla no duda en dejar todo para ir en pos de Él.
Jesús es nuestra gran perla... Vale la pena dejar todo para ir en pos de Él.
Bendiciones.
El tesoro escondido
Mat.13:44-58
La Biblia
Reina Valera
44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
La perla de gran precio
45 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas,
46 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
La red
47 Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces;
48 y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera.
49 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos,
50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Tesoros nuevos y viejos
51 Jesús les dijo: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor.
52 El les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.
Jesús en Nazaret
(Mr. 6.1-6; Lc. 4.16-30)
53 Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábolas, se fue de allí.
54 Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros?
55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?
56 ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?
57 Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.
58 Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.
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