viernes, 3 de junio de 2016

Artajerjes envía a Nehemías a Jerusalén

Pastor Jorge Malibrán Lacorte
Nehemías 2:1-10 
En este capítulo podemos ver el impactante resultado de una oración intercesora perseverante.

Nehemías está ahora ante el rey y Dios le abre puertas y le concede el favor del rey. Interesante que ante toda oportunidad, Nehemías antes que nada ora al Dios de los cielos, con lo cual asegura el éxito. Como resultado, Nehemías pide cartas para que se le permita el paso, reciba el material necesario para la reconstrucción y sea escoltado en su camino. 

Quiero resaltar una frase al final del verso 8. "Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de Dios sobre mi". Oremos pues antes que nada y pidamos esto... Que la benéfica mano de Dios sea sobre nosotros y nuestra familia"- 

Bendiciones.

La Biblia

Reina Valera

Nehemías 2:2-10 
Artajerjes envía a Nehemías a Jerusalén

2 Sucedió en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, que estando ya el vino delante de él, tomé el vino y lo serví al rey. Y como yo no había estado antes triste en su presencia,

2 me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu rostro? pues no estás enfermo. No es esto sino quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera.

3 Y dije al rey: Para siempre viva el rey. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego?

4 Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos,

5 y dije al rey: Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré.

6 Entonces el rey me dijo (y la reina estaba sentada junto a él): ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y agradó al rey enviarme, después que yo le señalé tiempo.

7 Además dije al rey: Si le place al rey, que se me den cartas para los gobernadores al otro lado del río, para que me franqueen el paso hasta que llegue a Judá;

8 y carta para Asaf guarda del bosque del rey, para que me dé madera para enmaderar las puertas del palacio de la casa, y para el muro de la ciudad, y la casa en que yo estaré. Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios sobre mí.

9 Vine luego a los gobernadores del otro lado del río, y les di las cartas del rey. Y el rey envió conmigo capitanes del ejército y gente de a caballo.

10 Pero oyéndolo Sanbalat horonita y Tobías el siervo amonita, les disgustó en extremo que viniese alguno para procurar el bien de los hijos de Israel.

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