Pastor Jorge Malibrán Lacorte
Ezequiel 43:2-12
Maravillosa la visión de Ezequiel... Llevado por el mismo Espíritu de Dios al templo que el Señor va a llenar con su sola presencia. "Y he aquí que la gloria de Jehová llenó la casa" Dios le está mostrando cómo ha preparado ese lugar para Él y además le declara que todas las fornicaciones que antes fueron hechas por sus reyes y sacerdotes serán arrojadas lejos.
Y solo así es como Dios viene a habitar en el templo. Habrá una conciencia del pecado practicado y con ello además una vergüenza por el mismo y entonces "habitaré en medio de ellos para siempre" Esto nos debe recordar que sin santidad nadie verá al Señor, y que el mismo Espíritu Santo nos recuerda nuestro caminar y nos conduce al genuino arrepentimiento delante de Dios.
Solo por la obra de Jesús en la cruz y no por nuestros méritos podemos ser lavados y vueltos en amistad y convertirnos de esa forma en casa de Dios. Que Dios habite para siempre en nuestros corazones es mi oración por todos aquellos que hemos recibido a Jesús por Señor y Salvador.
Bendiciones.
La Biblia
Reina Valera
Ezequiel 43:2-12
La gloria de Jehová llena el templo
43 Me llevó luego a la puerta, a la puerta que mira hacia el oriente;
2 y he aquí la gloria del Dios de Israel, que venía del oriente; y su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria.
3 Y el aspecto de lo que vi era como una visión, como aquella visión que vi cuando vine para destruir la ciudad; y las visiones eran como la visión que vi junto al río Quebar; y me postré sobre mi rostro.
4 Y la gloria de Jehová entró en la casa por la vía de la puerta que daba al oriente.
5 Y me alzó el Espíritu y me llevó al atrio interior; y he aquí que la gloria de Jehová llenó la casa.
Leyes del templo
6 Y oí uno que me hablaba desde la casa; y un varón estaba junto a mí,
7 y me dijo: Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono, el lugar donde posaré las plantas de mis pies, en el cual habitaré entre los hijos de Israel para siempre; y nunca más profanará la casa de Israel mi santo nombre, ni ellos ni sus reyes, con sus fornicaciones, ni con los cuerpos muertos de sus reyes en sus lugares altos.
8 Porque poniendo ellos su umbral junto a mi umbral, y su contrafuerte junto a mi contrafuerte, mediando sólo una pared entre mí y ellos, han contaminado mi santo nombre con sus abominaciones que hicieron; por tanto, los consumí en mi furor.
9 Ahora arrojarán lejos de mí sus fornicaciones, y los cuerpos muertos de sus reyes, y habitaré en medio de ellos para siempre.
10 Tú, hijo de hombre, muestra a la casa de Israel esta casa, y averg:uéncense de sus pecados; y midan el diseño de ella.
11 Y si se avergonzaren de todo lo que han hecho, hazles entender el diseño de la casa, su disposición, sus salidas y sus entradas, y todas sus formas, y todas sus descripciones, y todas sus configuraciones, y todas sus leyes; y descríbelo delante de sus ojos, para que guarden toda su forma y todas sus reglas, y las pongan por obra.
12 Esta es la ley de la casa: Sobre la cumbre del monte, el recinto entero, todo en derredor, será santísimo. He aquí que esta es la ley de la casa.
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